En vivo en La Luna: Lirismo urbano no figurativo en el rock argentino de la decada del '90

(Lote en Cabrera 3769, Palermo, CABA, donde se encontraba "La Luna")

"Nosotros aqui ganando espacio"

Roberto "Palo" Pandolfo, "Villa Dominico"

(Los Visitantes, "Espiritango", 1994)

Convendría iniciar esta deriva postulando una supuesta reticencia al lirismo libre dentro del rock argentino desde sus comienzos, pero esto seria injusto. El sino de la época (mediados de los años 60, principios de los 70) no daba lugar para un uso desmedido de la polisemia, el sentido no podía resquebrajarse tanto como para dejar de lado lo narrativo que evitaba la dispersión de un publico etariamente atento a ciertos compromisos que preservaban su identidad y existencia casi literalmente.

La década del 80 trajo consigo, aparte del relajamiento cultural post-dictadura, la "novedad" como novedad misma en los intercambios simbólicos, cual aguja hipodérmica el neo liberalismo, que represión y terrorismo de estado mediante, inoculo a una sociedad desfasada del imaginario hemisferico las aceleraciones caóticas que un incipiente mercado del arte requería para poner en circulación sus conceptos y correspondiente producción, no podía dejar todo librado a sus propias reglas.

Como un chiste de mal gusto, el humor negro cedió ante el doble sentido de los mecanismos de producción creativa y sus ultimisimas herramientas (producción multinacional, adquisición de instrumentos importados, acceso a información especializada, alta circulación mediática, etc) para que una mínima élite histórica, que convirtió sus costumbres en una "modernidad", proyecte el método mas como justificación que objetivo para lograr finalmente el maquillaje cultural que justifique al maquillaje en si, el simulacro de un pasado atrofiado por los implantes del hiperconsumo.

Esta posmodernidad sin modernidad sucumbió ante la mera actualización química de sus ansiedades en un proceso de desmemoria colectivo que renegaba de si mismo casi culposamente, era mas importante la esencia que el contenido y su posterior legitimación a través de las proximidades que las generaciones brindan como plataforma inmediata.

Una suerte de ahora sin ayer, tanto simbólico como material, ya no proyectaba utopicamente un futuro sino que mas bien partía de su condición efectiva de "sobreviviente" para hacer de ello la estética que construye lo que se tendrá en cuenta para, después, dejarlo de lado por un todo tan inalcanzable como deseado y asi...

La ruptura que nunca se manifestó ocurre finalmente en los noventa casi sin ser advertida y, como en todo lo que imaginamos "NATURAL", casi sin darnos cuenta ahora estamos aquí...

En el medio, paso esto...