“Tres mil años de cronología tenían los chinos
(y en esos años, el emperador Amarillo y Chuang Tzu, y Confucio y Lao Tzu),
cuando Shih Huang Ti ordenó que la historia comenzara con él”
Jorge Luis Borges (1899-1986), "La muralla y los libros", cita
La caracterización de grupos sociales en base a la comparación de sus actividades con respecto a la costumbre o tradición hegemónica que aplica el mercado en su silencioso ordenamiento de lo evidente, cumple la función ilusoria necesaria para la autopreservación de la lógica que como construcción requiere para su replica e invisibilización.
Entender el funcionamiento de estos sistemas o arribar a ellos lateralmente desde el consumo diferenciado de rutinas culturales marginales hace del individuo en cuestión un vector a corregir en la macroestructura que precede como organización a este y todo su colectivo.
La dinámica Nerd-Geek entendida como contracultura ahistórica elimina en este mero gesto las razones de su propia existencia generando la categorización que los márgenes resignan para integrar el flujo de merecimientos en que pueden perpetuarse e ingresar en la discusión hegemónica que falsamente habilita la moral globalizada en su actuar "políticamente correcto".
La tecnología, nicho de base en donde se asienta la pertenencia de este entente, en su vorágine de inmediatez logra la normalización que desde ese "otro" se necesita para que su pertenencia no se ponga en duda como legitimante en los consumos ABC1 que habilita, a elites no auto percibidas como tales, esa sutil división de tareas que culturalmente otorga la interpretación y no del entorno que las materializa como tales.
Ciertos procedimientos como la forma de lectura de un comic y su interrelación con los conceptos de calidad narrativa que centran su esfuerzo mas en la complejidad superficial que en su profundidad de contenido, ganan formas de circulación casi dantescas como lo demuestra la obsesión por la correlación que traen consigo estructuras como el Arrowverso, donde yendo a contramano de toda lógica televisiva comercial clasica, 6 tiras conviven durante numerosas temporadas evidenciando en este acto, la eficiencia metodológica que aprovecha las mieles de lo secundario preexistente como justificativo para todo.
Allí donde la gran escala flaquea, tambalea el sueño dentro del sueño y sus niveles de horror naturalizados por la sociedad de consumo, la mente como recuerdo y el efecto de la edad dorada en modo utópico/distopico ya no permite diferenciar un simulacro de otro, ese no lugar donde Ballard, Dick y Lovecraft dan lo mismo, el universo rejilla, la potencia de lo primordial.
Sin mas y modo de nada:
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